DESCRIPCIÓN
- Encargo donde se debe subrayar y agradecer la confianza depositada por un cliente al que ya le habíamos realizado su casa.
- Se nos entregan las llaves de un solar, y con ellas la libertad para hacer una casa para su hija, a punto de casarse.
- El edificio nos exige estudiar a fondo la normativa vigente (especialmente la relación entre altura y separación a lindes) para poder exprimirla y sacar el mejor partido de una parcela limitada en proporciones y con una topografía poco favorable.
- Se juega especialmente con los materiales y las formas.
- Es un proyecto donde se ha trabajado tanto tiempo con la escala 1/50, como con la 1/10. No hay nada standard y podríamos decir que todo es sastrería a medida. (Desde el hormigón utilizado en los planos inclinados, los pavimentos expresamente mecanizados para nosotros con madera de ácana reconvertida de los excedentes de un trabajo del promotor para el arquitecto Miralles en la villa olímpica, las instalaciones, todas y cada una de las carpinterías, los ventanales, los porticones plegables interiores, los diferentes tipos de escaleras, etc, etc. .
- Se produce un constante “divertimento” metiendo dentro lo que está fuera y viceversa. (En el vestíbulo de la vivienda, por ejemplo, la piedra exterior – lumaquela rosa-, atraviesa las vidrieras desprovistas de carpintería perimetral- y baña las paredes del mismo, de modo que a veces se pierde la referencia o la frontera entre interior/exterior. Otro tanto sucede en los flancos del edificio, donde el espacio interior “sale fuera” a través de los ventanales en forma de tribuna, con el suelo de vidrio pisable.
- Sean cuales sean,, las soluciones adoptadas en el proyecto, tengo que decir que no me he dado cuenta del tiempo invertido, y ha sido también una ocasión para sacar a relucir muchos conceptos (carpinterías de suelo a techo, recurrir a los techos como otra fachada más, la huída de la simetría gratuita etc. etc.), que diferentes maestros con los que he trabajado o estudiado – especialmente Coderch- han podido dejar en uno.
- Tampoco se puede olvidar, que pese a todo, y pese a la libertad ofrecida por el cliente nunca se ha prescindido del consenso de la/s persona/s que en definitiva disfrutarán o sufrirán lo que hagamos.